Descripción
Paul Tripp describe claramente que siempre nos asombramos por algo y lo que nos asombra guía nuestros pensamientos, palabras y acciones.
El problema viene cuando no nos dejamos asombrar por Dios y cada día tomamos decisiones esperando que algo que aparentemente es bueno consiga satisfacernos. Y reemplazamos el asombro por Dios dejándonos asombrar por cosas equivocadas que finalmente no consiguen nada.
Así que el autor intenta guiarnos constantemente al asombro por el Dios de la Biblia. Porque si somos asombrados por su amor, por su gracia y por la obra de nuestro Salvador y su promesa de que jamás nos abandonará, Dios cambiará nuestra vida hoy.
Este enfoque lo desarrolla en 13 capítulos con un lenguaje sencillo y muy cercano intentando ponerse en el lugar del lector de una manera honesta reconociendo que aunque somos cristianos, todos necesitamos seguir siendo asombrados por Dios hasta verle en la eternidad.
Este es el índice de «Asombro»
- Humanidad
- Guerra
- Ministerio
- Reemplazo
- Amnesia
- Transgresión
- Queja
- Materialismo
- Crecimiento
- Cosmovisión
- Iglesia
- Crianza
- Trabajo
- Epílogo
- Notas de texto
- Índice temático
- Índice de las Escrituras
Frases destacadas del libro:
Hay muchas frases y muy interesantes para la reflexión pero aquí destacamos algunas:
«No hay nada en la creación que haya sido diseñado para darte lo que solo el Creador puede darte. Todo lo asombroso de la creación fue diseñado para señalarte hacia el único dignó de capturar y controlar el asombro que busca tu corazón.»
«Si las cosas asombrosas de la creación se convierte en tu dios, el Dios que creó esas cosas no será la causa principal de tu asombro. El asombro horizontal tiene un solo propósito: estimular el asombro vertical»
«El asombro equivocado hace que te sientas incapaz, sólo, falto de preparación y temeroso, mientras que el asombro por Dios produce valor, Esperanza y acción.»
“Dios no ha prometido darte un buen trabajo ni buenos hijos. No te ha prometido un matrimonio sin dificultades ni un lugar cómodo donde vivir. No te ha prometido salud física ni una buena iglesia a la cual asistir. No te ha prometido que experimentarás abundancia ni que estarás rodeado de cosas para entretenerte.
Lo que Él sí ha prometido es que completará la obra que ha comenzado en ti. Y, si eres honesto, admitirás que cada día muestras evidencias de que aún necesitas ser transformado.” Paul D. Tripp